El entorno
«Patrimonio, museos, historia, El Quijote en cada uno de sus rincones, bodegas, lagunas volcánicas, parajes naturales, personajes ilustres…»
Y todo esto añadido al placer de disfrutar de continuas actividades culturales y festivas y una rica gastronomía, las sabrosas tapas manchegas y unos servicios turísticos de alta calidad, que hacen más agradable la estancia al viajero.
La Solana
La Solana, población en la que se encuentra Casa Rural La Cervantina, cuenta con un rico patrimonio histórico-artístico.
Sus entrañas han sido sometidas a un importante proceso de restauración con el objeto de rescatar el esplendor de una ciudad viva. Sus calles de edificios señoriales típicos de la arquitectura manchega, su monumental Plaza Mayor (S.XVI), la iglesia de Santa Catalina (1420-1524), el Palacio de Don Diego, la Casa de la Encomienda… son sólo algunos de los elementos que le trasladarán a otra época.
La Semana Nacional de la Zarzuela, el Festival de Cine y Vinos o la Feria de Santiago y Santa Ana son algunos de los otros alicientes turísticos que ofrece la ciudad.
Además, la cercanía a localidades como Valdepeñas, Tomelloso o Daimiel le permitirán sumergirse en el corazón de la arquitectura y la cultura manchegas.
La naturaleza
La situación estratégica de La Solana le permite, además, conectar con las excelentes zonas naturales manchegas, auténticas reservas de la biodiversidad.
Comenzando su viaje desde nuestra localidad llegará en 20 minutos a Las Lagunas de Ruidera, en 25 minutos lo hará al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y (en el extremo noroeste de la provincia) el de Cabañeros.
Descubra un entorno natural que le sorprenderá por su belleza inesperada, sus rincones escondidos y parajes inolvidables.
La gastronomía
La gastronomía manchega es una cocina apegada a la tierra, son los productos que nacen de ella, y el carácter de la gente la que marcan las características de nuestra gastronomía.
Cocina de pastores y labriegos, la herencia árabe o la rica caza son rasgos definitorios. Cocina que ha sido inmortalizada en la novela de Don Quijote de La Mancha, donde se han contabilizado hasta más de 150 recetas. En el propio comienzo de la novela, se describe al famoso hidalgo no solo por físico o condición social, sino sobre todo por lo que come.
La huerta nutre nuestras cocinas, surgen así platos como el pisto manchego, el asadillo, hecho de pimientos. Los platos más típicos son el ‘tiznao’ guiso de pimiento, cebolla y bacalao asados, las migas de pastor, el gazpacho manchego o ‘Galianos’, o la caldereta de cordero. La abundante caza ofrece platos como el venado o el jabalí, la perdiz es otro manjar. Sin duda los reyes de nuestra gastronomía son los quesos y los vinos.
El queso manchego, apreciado internacionalmente, cuenta con una Denominación de Origen que asegura la calidad del producto, de pura leche de oveja de raza manchega. Tierno, semicurado, curado o en aceite es un excelente aperitivo o tapa. Acompañado de uvas o miel puede tomarse como postre.
El vino que surge de las cepas aíren y cencibel, la introducción de nuevas variantes como la cabernet sauvignon, y sobre todo la crianza en roble, nos ofrece unos caldos de gran personalidad y matices que satisfarán los paladares más exigentes.
Los postres más tradicionales son las flores manchegas, finísima masa en forma de cruz de Calatrava, la bizcochá, los pestiños. En Semana Santa y Carnavales, podrá degustar los rosquillos, los barquillos o las torrijas.
La Mancha, un entorno fascinante
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